Si elaboramos un ungüento a saco de resina de ciprés y lo untamos en la planta de los pies, caminaremos con más ligereza y no nos cansaremos. En la Irlanda antigua, los druidas de los ejércitos enemigos encendían fogatas de fresno y pronunciaban sobre ellas conjuros invocando a sus ninfas http://www.arcadetrainer.com/index.php?params=profile/view/2318722/